En Dirección de Proyectos hay dos
enfoques generalizados (existen más por supuesto): el de procesos para dirigir proyectos de PMI, y el de las competencias que deben poseer las
personas para que dirijan sus proyectos de IPMA.
Los profesionales en Dirección de
Proyectos deben unir ambas visiones,
porque su integración es necesaria. Liderar, comprometer, motivar, escuchar,
orientar, autocontrolarse, organizar y poner en juego todas las restantes competencias
necesarias para un trabajo en equipo eficaz y eficiente es tan importante
actualmente como llevar a cabo, por ejemplo, el proceso de planificar la
respuesta a los riesgos.
Es decir se produce una interdependencia de los procesos para
dirigir proyectos explicados en el PMBOK de PMI con las habilidades blandas o
competencias de las personas que gestionan y participan en proyectos según la
ICB (o NCB) de IPMA.
Así lo manifiesta también el gurú
en Dirección de Proyectos Yuri Kogan, en la entrevista que podéis ver en la
página web de BPMSat.
“Mucho
más frecuentemente los directores de proyectos son conscientes de la
importancia de procesos de Project
Management que de las competencias de Project Managers. Nuestra tarea como profesionales en
administración y dirección de proyectos es unir ambos enfoques.” Yuri Kogan